Autorretrarto de espaldas

Con la cabeza baja y con el mundo a sus espaldas, se hizo desnudo a las tinieblas.

Así de aquella manera en que había venido el mundo, quiso enfrentarse a sus mayores temores, a los problemas que nunca supo resolver. No sin olvidar mantener el sombrero sobre su cabeza, el primer y último sombrero que le regalaría su abuelo antes de morir. Aquel sombrero era un objeto que como él decía, eran objetos-portales, con la capacidad de transportarlos a otros lugares, otras personas, otros recuerdos.

Se mantuvo el sombrero sobre su cabeza porque siempre oyó decir a su abuelo, que ‘lo que atajaba frío, atajaba también calor’ esto era, en su significado más puro que ante el sol, te aporta sombra y ante las fuertes y frías ventiscas invernales, nos cobija de ese viento gélido.

Y si en algún momento la muerte osaba a cegarle con un fin último, él lo aceptaría, como aceptó ser otro ser perecedero sobre la tierra, pero también asumió que si se entregaba a la muerte, querría que la muerte se entregase a él, sin trucos, sin silencios, sin destellos cegadores.

Con la cabeza baja y con el mundo a sus espaldas, se hizo desnudo a las tinieblas.

Autorretrato de espaldas.

14.01.2021

Papel multitécnica.
A3. 29, 7x 42 cm.
300 g/m2

Óleo.