Soy una especie de agujero negro de vida, en busca del color. Intento nutrirme de todo el arte que me rodea, así como de la naturaleza, los objetos y en definitiva todo aquello que me aporte algo y que me incentive a crear y me ayude a expresarme de manera creativa.
Habiendo estudiado tanto ramas artísticas en bachillerato y ciclo de diseño gráfico superior en la Escuela de Arte y Superior de Diseño Gran Canaria, como de magisterio en Educación Infantil de Cantabria, logré la amalgama perfecta (norte-sur) de lo que son gran parte de mis procesos creativos. Ir a los inicios de cada cosa, a lo más simple e inocente, en muchas ocasiones hace que afloren las piezas que realizo y a su vez me definan.
En mis obras, hay trazos de lo vivido hasta el momento, la adolescencia y su eterna juventud, el amor, el sexo, el `cualquier tiempo pasado fue mejor’, el miedo aterrador a olvidarlo todo en vida, olvidar las caras, nuestros seres conocidos, los sentimientos. Ese otro agujero negro de muerte que nos orbita y llegado el momento se traga la luz, el color, la creatividad y nos coloca en el punto de no retorno, en el horizonte de sucesos donde ya no hay vuelta atrás.